Somos desde los otros, es esta una verdad que no se puede negar, y hacerlo es un contrasentido sobre todos si pensamos en la cantidad de personas que nos han acompañado a lo largo de nuestra vida. Recuerdo bien aquel joven que reclamaba vehementemente sus derechos. No descansaba hasta lograr que sus padres llevaran a cabo sus exigencias sin importarle para nada los sacrificios que tenían que hacer para complacerlo. Había en él una desconsideración que reflejaba igualmente en la relación con los compañeros del colegio, con los profesores y con las personas con las que tenía alguna comunicación. Con frecuencia decía que no respondía por nadie y justificaba su actitud con aquello de que “soy libre y podía hacer lo que me de la gana”.
Me parece que igualmente es esta una actitud de un buen número de personas que defendiendo su derecho a ser libres, se olvidan de quienes caminan a su lado y obligándolos a recibir el impacto de los actos que realizan, con el agravante de que no pueden hacer ningún reclamo porque son sometidas a vejámenes y humillaciones de diferente tipo.
Considero que una manera de ir resolviendo esta forma de acercarse a los otros, es permitirnos una relación con los más cercanos, padres de familia y compañeros de estudio, mas cordial y respetuosa. Qué bueno que en las familias se eduque desde la importancia del otro, que en la educación se de punto final al arribismo y se planteen formas más comunitarias de aprendizaje en donde el individuo se enriquezca desde la responsabilidad con el grupo con el que comparte diariamente seis o siete horas de estudio.
El principio de que somos desde los otros, nos obliga a mirar en otra dirección. A pensar y pensarnos desde la responsabilidad que nos impulsa a cumplir con nuestros deberes, a pensar el proyecto de vida más desde el aspecto social que individual.
Su profesor, Ernesto Blandón Rey
La responsabilidad por el otro es el punto de partida que hace que las personas puedan encontrar una motivación y sentido a las acciones y proyectos propios.
ResponderEliminarEn mi Caso, mis padres siempre me enseñaron que podía ser y estudiar lo que quisiera.
Podía ser un médico, o un arquitecto o diseñador, psicólogo o músico....
nunca me dijeron esos discursos extraños en donde un Padre le dice a su hijo "hazme sentir orgulloso" o " has lo que te guste pero sé el mejor"... nunca me dijeron esas cosas....
me dijeron más bien que estudiara lo que estudiara o hiciera lo que hiciera, pero que la mayor gratificación la encontraría poniendo al servicio de las personas mis conocimientos y experiencias.
por que servir nos da alas.
es por eso que a través de este Blog quiero compartir con ustedes estudiantes de la UPB una experiencia que como psicólogo tengo en una vida profesional dedicada al servicio de los más nesecitados.
Soy bachiller de la UPB. tengo 29 años. Actualmente estoy en la costa caribe colombiana en una organizacion que presta ayuda humanitara a desplazados por el conflicto armado que hoy estan sin nada. Niños, niñas, jóvenes como ustedes con sus padres y abuelos fueron alguna vez amenazados en su integridad por los grupos terroristas.
Se imaginan ustedes que sentirían sus padres si un extraño con un fusil les dice que se vayan por que la casa de ustedes la nesecitan para "la causa"?
ese fue el drama diario hace unos años.
Despues de tener tierras, abundancia, hijos...
hoy tienen deudas, hambre, dolor...
Estos desplazados asisten a un comedor en donde los atendemos lo mejor que podamos.
En otra ocasion trataré con más profundidad este tema, en el que nos daremos cuenta que somos afortunados y que hay personas, jovenes como ustedes que hoy no sabne para donde van , por culpa de otros injustos.
para mi hoy esto es ser responsabl del otro.
Gracias.
Santiago.
me parece q la libertad es depende de el lugar y la sociedad en que se encuentra, si está en la familia no se puede revelar ante los padres porque ellos nos enseñan como manejarla y como llevar una mejor vida,si uno esta en un lugar donde hay formas de pensar buenas y malas uno hace valer sus derechos como a un igual y saber comportarse.
ResponderEliminarde juan esteban ardila londoño 7.3 numero 2