Un gran conflicto es el resultado no una serie de dificultades no resueltas. Reflexionemos un poco sobre este principio desde la vida misma.
Pedrito Saltarín es el invitado del momento y nos acompañará en la tarea de entorpecer las clases. Tiene trece años y es tan grande su prontuario en el diario histórico, que supera a muchos. - Que se levanta del puesto, que habla a destiempo, que le corre la silla a un compañero para que se caiga, que tira avioncitos de papel en clase, que pone apodos e insulta a los compañeros, que come en clase y sustrae los objetos de las mochilas sin permiso de sus dueños, que no realiza las diferentes actividades y en su rendimiento académico va de mal en peor. Son tantas cosas que hacen de Pedrito un joven particular, a pesar de las advertencias de los profesores, de los reclamos de los compañeros y de las enojadas de sus padres. Pedrito sigue siendo el mismo, pareciera que el problema no es con él y por eso no comprende que sus actos repercuten para mal en la vida del grupo.
Este amigo lo encontramos en cada grupo de clase, permanece sentado entre los compañeros como si nada pasara, reclamando airadamente sus derechos y exigiendo ser atendido. Esta ahí y todos lo conocen, su misión es crecer como persona desde la ausencia de valores como la solidaridad, el respeto y la responsabilidad. No comprende que poco a poco se está preparando para un gran conflicto que no podrá resolver si desde ahora estas pequeñas actitudes no se resuelven debidamente. Pedrito queremos que tengas mas conciencia del daño que te haces y que le haces al grupo.
Su profesor y amigo: Ernesto Blandón Rey